De días felices



Me gustan los domingos y me gusta el frío.


Hoy es domingo y hace frío.

Mi habitación es un desorden también. El tocador es lo peor; desde aquí, sentada en mi cama, puedo ver de todo: libros, carpetas, cremas, perfumes, mi rubor y el labial que me regaló mi prima en mi pasado cumpleaños, incluso el envase vacio de la última coca-cola light que me he bebido.

En realidad, no creo que sea estrictamente una persona desordenada. Digamos que hasta cierto punto, me puedo llevar bastante bien con el desorden. También depende de mi estado anímico. Y hoy, me siento caprichosamente contenta como para arruinar el día recogiendo trastos.

Mi cama es pequeña y una herencia de mi abuelo paterno. A los pies de ésta se encuentran dos gatos recostados justo como un par de ovillos de estambre: Kuro-chan y Diego.

Kuro es mi gato, muy mío. Le adopte hace un año luego de que mi hermano lo encontrara trepado en el árbol que está a la entrada de mi casa, con las orejas bien alertas y sus ojitos amarillos grandes y vivarachos. Diego es, por otro lado, mi inesperada y peluda visita. Un minino muy travieso y glotón que vive en el apartamento de enfrente.

Llegó desde muy temprano, saltando por la ventana. Aún no sé si a mi gato le agrada o no, si juegan o en realidad están peleando, pero al final no le ha de incomodar bastante, puesto que le ha dejado echarse junto a él en la cama.

Yo sospecho que le han dejado fuera de casa por error. Seguro que más tarde vienen a preguntar por él.


Hoy no tengo mucho que contar en realidad; los últimos días se me han ido en devaneos, viejos amigos y trabajo en el laboratorio de microbiología. Sin embargo, estar encerrada en un espacio a más de 30° centígrados y liada con bacterias y mecheros de bunsen no es tan malo. No, si eres una fujoshi y tu profesor es un chico gay –encima muy mono- con pinta de uke.

Pero bueno, volvamos.

Hay dos cosas más que me pasé haciendo durante el pasado mes de brujas y mientras el otoño terminaba de asentarse en la ciudad: ver “Samurai Champloo” y pasar mis ratos de ocio en mi forito favorito, “El Club de las Neuronas Durmientes”.

Pero primero: a quién prefieres ¿al chico reservado, misterioso y sereno ó a su contraparte, el tipo extrovertido, impulsivo y despreocupado? Imposible no cuestionarte eso mismo durante los 26 capítulos en los que se desarrolla Samurai Champloo, que cómo me gusta. Totalmente recomendable si te gustan las historias de acción con un toque de comedia, un arte visual maravillosa y personajes tan increíbles como hilarantes, completamente adorables. Incluso la música de la serie es bastante bueno, les recomiendo que escuchen "Battlecry" – el titulo del opening- de Nujabes feat.Shing02.

Eventualmente me hice de nuevas amistades, y es que el club de las Neuronas es tan divertido y adictivo. Quién sabe, quizá sea porque es la primera vez que me uno y me vuelvo un miembro activo en un espacio de ese tipo, pero en realidad a mí me gusta mucho. Así que ¡les invitó a visitar el foro y por supuesto, formar parte de él!

Prometo que lo pasarán muy bien y tendrán espacio para lo que quieran.


Volviendo a otras cosas, ¿alguien me puede explicar que está pasando en Amor Yaoi? Oh, sí, yo también he perdido mi contraseña y por lo que sé, no fui ni la primera ni la única a la que le paso. Igual, no sé si sea a causa de lo mismo, pero no he podido acceder al link del fic de Ruku y no he podido leerlo. Lo siento.

En fin, que ahora sólo me queda abrir otra cuenta -que más- y esperar que a mis autoras favoritas no les pase lo mismo.

Bien, pues me despido con una recomendación más: “Tokio Godfathers”, una película anime muy divertida y creo yo, bastante acorde con las venideras fiestas.

Gracias por visitar este lugar y por leer. De verdad.

Feliz inicio de semana para todas.

Saludos y hasta una próxima.


Que tengas un día onírico a más no poder.